Me encantaría saber quién fue el capullo que inventó que los móviles pudieran convertirse en reproductor de música sin auriculares. Creo que si me le encontrara por la calle, le lincharía.
Raro es el día que monto en metro y no hay algún niñato con su ruido, pensando que todo el vagón quiere escuchar lo que a él/ella le gusta. Sobre todo cuando existe ese gran invento (los auriculares) que te introducen el sonido directamente en los propios oídos, sin molestar a la gente que te rodea.
Pero hoy ya ha sido el colmo. Volvía a casa después de un día duro, cansada, y con un ligero dolor de cabeza. En la parada siguiente a la que yo he subido, ha subido un chico escuchando una música latina, que no llegaba a ser tan horrible como el reaggeton, pero que no era demasiado soportable. Ahí han empezado mis resoplidos, mi ligero cabreo. Pero en la siguiente, ha subido otro. Este iba escuchando el tipo de música que a mí si me gusta, canciones de Sínkope y Extremoduro. Pero podeis imaginaros el efecto que la mezcla de las dos músicas ha producido dentro de mi cabeza.
Hace un tiempo, en las cartas al director del 20 minutos, un hombre reclamaba que Metro inventara algún tipo de normativa por la que prohibieran escuchar música sin auriculares. Tienen normas más inverosímiles, como que no te sientes en el suelo del tren cuando no hay asientos libres (al menos varias veces me han obligado a levantarme). Así que me uno a esa petición. Si la llevaran a cabo, evitarían muchos dolores de cabeza.
viernes, 4 de julio de 2008
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2 comentarios:
Totalmente de acuerdo...
Yo prohibiria directamente el uso del mobil y problema solucionado.
No sabía que en el metro no se podía sentar uno en el suelo si no hay asientos libres. Yo, por supuesto, me he sentado en el suelo, y me han obligado a levantarme los seguratas, pero he de alegar en mi defensa que me sentía mareada, y aunque se lo dije hicieron caso omiso de mi pequeño problema.
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