sábado, 15 de mayo de 2010

Cumpliendo propósitos: cuidando de mis amigos... porque lo sois todo!

Ya sé que esto no es algo que se espere de mí, quizás por mi forma de ser, pero necesito escribirlo. Porque parece que aquí sólo escribo cuando me siento mal con el mundo, pero no siempre es así. A veces conseguís que sonría, que ría a carcajadas, que sienta que soy importante de verdad.

Porque me hice un propósito de Año Nuevo, y quiero cumplirlo. Y voy a empezar contigo:

Porque cambiando tu perfil de Facebook, y poniéndome de hija, he olvidado todas esas tonterías que se me ocurren de vez en cuando sobre que no pinto nada en Madrid. Porque sé que has puesto de hijos a tus mejores amigos, y has pensado en mí. Porque cuando vuelva vamos a ver el partidazo del Atleti y nos vamos a ir a celebrarlo a Neptuno, aunque sea unos cuantos meses tarde. Porque aunque ni tú ni yo estemos al 100%, y aunque tengamos más de mil kilómetros por medio, sabemos que siempre podemos contar la una con la otra.

Porque eres una de las personas que más aparece en mis paredes. Porque con solo una palabra sabemos el estado de ánimo de la otra. Por todos los buenos momentos que hemos vivido, y por todos los que nos quedan... Gracias, Lore.

lunes, 3 de mayo de 2010

Ana y la lluvia

Hoy esta es mi canción. Quizás por mi nombre. Quizás porque no deja de llover. Quizás porque voy dando tumbos... Una vez más, siento que Luis Ramiro escribe sus canciones para mí...


domingo, 2 de mayo de 2010

Decepcionada con el mundo...

A veces lo único que necesitas es que alguien te diga lo equivocado que estás. Saber que la gente con la que cuentas realmente está ahí, y que puedes apoyarte en ellos cuando lo necesites. Pero cuando lo haces y no obtienes el resultado esperado, te decepcionas. Cuando te enteras de cosas que te atañen a través de terceras personas, también.

Por eso hoy me voy a dormir sintiéndome bastante decepcionada con el mundo en general y con algunas personas en particular. Por eso pienso que la única persona con la que puedo contar en este mundo sin sufrir ninguna decepción soy yo misma. Por eso, y porque todavía tengo algo de fe en la humanidad (será porque mañana viene Benedicto XVI a la ciudad) me quedaré esperando que alguien me diga, y sobre todo, me demuestre, lo equivocada que estoy.